Das profundezas escuras, surge em explosões multicores o
galope do centauro revestido em ouro, levando no dorso duas rainhas de
esplendor.
Uma é branca como a neve, outra negra como a obsidiana, a se
misturarem em seus segredos, confissões e desejos.
A flecha nas mãos do centauro aponta na direção da dualidade, onde em caminho certeiro depositará no reino das bodas eternas, a joia dos mistérios,
contida no coração de cada uma delas.
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Cuando la gota cae sobre el mar, como las palabras brotan y diluyen el vacío. Como las aves que cantando al viento se regocijan en si mismas. Puesto que la vida nace en el ceno de ti mismo.
Así naciste en mi horizonte cada día como el aire que respiro. Cada frase el alimento que solemos recoger al paso de un camino. Y estrechamos nuestros labios al canto de nuestro himno. Confiere vida, que una herida es la resultante del olvido.
Toma por guarida fuerza, corazón que late conmovido a tu cobijo. Sueño reluciente en mi destino. Andrógino amor errante, que el andante puso a tierra. Y en las noches susurrantes sopla el viento palpitante de tu corazón latiendo junto al mio. Quedaran las huellas de tus pies, en las estrellas.
De tu historia las memorias en la piel de mi pergamino; y en las noches relucientes, viajara por años la luz que de tus ojos tome, al diluirme embebido en tu vacío.
